
Si la derrota es dolorosa, es más aún cuando la soberbia no nos deja ver las limitaciones. El cambio de rostro en los totalitarios del gobierno al ver que su proyecto llegó al tope y que no durará 50 años como el de Castro sobre Cuba, quizá sea la lección más dura que saque este grupo de extremistas que ahora nos gobierna. Si por ellos fuera anularían a los opositores fusilándoles como en Cuba o encarcelándolos como en Venezuela, por eso el que les hayan impuesto el respeto a los demás les cae como un yugo doloroso.
Prensa PSP.
Más información: www.lucio3.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario